Un lugar llamado Geodexia es al cual por millones de años los Flivers han llamado hogar.
En Geodexia, los Flivers están separados según sus personalidades y habilidades, sin posibilidad de reunirse con Flivers de otros colores.
Geodexia, a pesar de todos sus colores, es un lugar sin alegría amenazado con desaparecer a menos que los Flivers cambien su forma de interactuar.
En la cima de una montaña muy alta de Geodexia, vivían ocultos los últimos Flivers sin color.
Con una sabiduría sin límites y anticipando que el tiempo de Geodexia está tocando el final.
Los Flivers transparentes deciden embarcarse en una última gran misión: lograr que los Flivers recuerden los viajes constantes a la Nave Tierra.
En este sitio, los Flivers podían combinarse entre ellos y gracias a la creatividad de los seres humanos crear en conjunto novedosas invenciones y juegos.
Los Flivers transparentes recuerdan una profecía que dice que sólo cuando los Flivers aprendan a trabajar en equipo y crear redes podrán traer de nuevo la alegría a su planeta.
Los Flivers transparentes usan los resquicios de la magia ancestral que les queda para construir Efemera, un transporte tubular que intensifica el poder de los Flivers.
En Efemera, dos representantes de cada color de los Flivers podrán viajar a la Nave Tierra y aprender lo necesario para rescatar a Geodexia.
Los Flivers transparentes convencen a los Flivers más jóvenes de todos los colores de acompañarlos en esa misión secreta.
Los Flivers aprenderán en la Nave Tierra a usar la fuerza de la enersimetría, la magia antigua fliveriana que las generaciones nuevas han olvidado.
Con las enseñanzas de los Flivers transparentes y trabajando en equipo con los seres humanos…
Los Flivers aprenderán que cuando se combinan para crear un todo pueden ser más fuertes y lograr más de lo que nunca soñaron individualmente.